MAYORDOMOS
Por los nombramientos de mayordomos, que se hace en las visitas pastorales de los obispos, o sus delegados, a las parroquias, es por donde conocemos un poco la vida de sus Cofradías. Leyendo las visitas realizadas a Santiago, nos da unas referencias de Cofradías que había en la parroquia y las cuentas que presentaba para su aprobación; al paso que se nombraban nuevos mayordomos para los tres o cuatro años siguientes.
La misión del mayordomo es recoger las limosnas que se dan para la Cofradía, y procurar atender lo mejor posible al cuidado de la ermita correspondiente y a los cultos que se tengan en el año. Se desprende fácilmente que unas mayordomías son más importantes y complicadas que otras.
Los mayordomos se nombran en las visitas pastorales, cada tres años aproximadamente. Los Alcaides y Regidores presentan al Obispo, o Visitador delegado, los hombres que estiman competentes para cada mayordomía. El Sr. Visitador los acepta; los admitidos juran sus cargos ante él, al tiempo que les advierte de la responsabilidad de sus cargos y las penas de excomunión en que incurren, si no cumplen bien con su misión. A pesar de tanta advertencia, al final del periodo había sus problemillas, siempre económicos.
Los mayordomos de la Iglesia y de las Ánimas han de ser clérigos o sacerdotes; el resto seglares responsables.
Los mayordomos de las cofradías de más importancia, son hombres cultos; los de las pequeñas cofradías, algunos no saben firmar; ponen una cruz o uno firma en nombre de ellos; es suficiente que se les tenga como personas honorables.
Los mayordomos de mayor responsabilidad y trabajo, reciben alguna retribución; los demás son cargos voluntarios y gratuitos.
Cuando hay que hacer un prorrateo para algún pago, se clasifican las cofradías en tres grupos bien definidos, por graduación económica.
1°.- Iglesia parroquial y Hospital de San Andrés
2°.- Los Mártires y Virgen de la Piedad
3°.- La Virgen de las Cruces y La Dorada.
Las demás cofradías están libres, por tener otras misiones distintas, o por ser muy pobres.
La cofradía de las Cruces es de las pobres y sencillas; nos dice que se dedica al "alumbre de la Virgen"; el gasto no sería mucho, unas libras de cera, alguna arroba de aceite para la lámpara; y algún barrido la víspera de los días de concentración en el año: el día de San Marcos (25 de abril), el día de las Cruces, 12 de octubre, y el lunes de Pascua, que comenzó la costumbre de irse allí a comer las bollas de Pascua.
En ese tono de tradición y sencillez, transcurría la vida de las Cruces; salvo en los años, que por sequías, excesivas lluvias o plagas de langosta, el pueblo acudía a la Virgen. Esos años eran extraordinarios en todo, en novenas, en rosarios de Aurora, en traída de la Virgen, en emociones religiosas, en todo.
Salvados esos momentos, que debían ser por los meses de mayo o junio, la ermita tornaba a su vida plácida y tradicional.
Esta vida tradicional, pacífica, tranquila llega hasta los primeros años del siglo XIX; fecha en que la revolución francesa puso su pie en España, y con ella la gran confusión...
Mayordomos de los que tenemos datos en este primer periodo hasta la guerra de la Independencia:
- Año 1580: Diego Hernández Pintor.
- Año 1583: Gerardo Carrasco.
- Año 1586: Alonso Parras (el viejo)
- Año 1589: Alonso Ramos Pintor
- Año 1592: Diego Hidalgo
- Año 1594: Marcos Sánchez
- Año 1596: Salvador Arias (hijo de P. Sánchez)
- Año 1602: Benito Parras
- Año 1605: Pedro Hernández (mozo)
- Año 1608: Fernando Valadés (yerno de Francisco Parras)
- Año 1610: Juan Hidalgo (hijo de Juana Dolza)
- Año 1688: Licenciado Francisco Pizarro Paredes, (Comisario del Santo oficio), (posible último mayordomo de este primer periodo). |
